19 de mayo de 2010

No perdamos la batalla de las ideas, que la crisis la paguen sus responsables: los capitalistas


Los capitalistas y la supuesta izquierda que nos han llevado a la crisis dicen que los derechos que hemos conseguido tras muchas luchas son privilegios y que debemos perderlos. ¡A por ellos! !Huelga general¡
Son malos tiempos para los y las trabajadoras, pues una nueva forma dictatorial parece que domina las limitadas democracias formales capitalistas. Y ahora ya lo hacen de forma rotunda, sin ningún tipo de rubor y con la connivencia de los gobiernos de todos los países de economía de mercado del mundo.
Esta dictadura la del capital en su vertiente financiera decide sobre nuestras vidas sin que nadie los haya elegido. Controlan los resortes del poder económico mundial y hacen bailar a los países al son que ellos quieren dejando en la pobreza y el hambre a millones de personas o recortando las exiguos logros del estado del bienestar. No tienen moral y las vidas humanas para ellos no tienen ningún valor, obtener los máximos benéficos es lo importante. aunque ello signifique la destrucción de los seres humanos o del propio planeta.
sEsta nueva dictadura, la del capital financiero, no se conforma con dominar la esfera económica o política sino que además mediante el uso de los medios de comunicaión-desinformación de masas pretende construir un pensamiento único de forma que su dominación y sus reglas aparezcan ante nuestros ojos como algo natural, necesario e inevitable. Su pretensión es totalizadora y totalitaria es un nuevo fascismo, más sutil, sin camisas pardas o negras, pero con cuellos azul celeste y hermosas corbatas de seda. Pero dictadura al fin y al cabo.
Pero pongámosles caras, son multimillonarios dedicados a la especulación bursátil, bancos, entidades financieras, grandes corporaciones o multinacionales y la clase dominante. Pero estos tipos, como diría Michael Moore, cuentan con la inestimable colaboración de nuestros gobiernos (clase gobernante) y de los medios de información (clase alienante) que cada día escupen las informaciones que unos y otros les proporcionan de manera que sus propuestas criminales sean aceptadas sin oposición por parte de la llamada opinión publica. Cada día más alienada, acrítica y asustada ante un futuro que desconocen, pero que intuyen como infernal.
Después de obtener pingües benéficos en Grecia, a costa de los ciudadanos griegos le ha llegado la hora al estado español y más tarde a todos los países de Europa. Pero los gobernantes autodenominados socialistas, pero conocedores de esta situación, al igual que el resto de fuerzas políticas sistémicas y no han hecho nada, simplemente aceptar sus directrices neoliberal.
El gobierno español como han explicado varios analistas económicos en kaosenlared, va ha realizar el mayor recorte social de la historia contemporánea española: rebaja del 5% del sueldo de los funcionarios, congelación de pensiones, recorte de gasto farmacéutico, recorte en inversión de infraestructuras (por tanto, menos empleo), recorte de ayuda al desarrollo de países empobrecidos. Pero sin tocar un pelo a los que más tienen. Los ricos continuarán invirtiendo en el paraíso fiscal de las SICAV: Sociedad de Inversión de Capital Variable (empresas de inversión muy queridas por personas con grandes capitales, que sólo pagan un 1% de impuesto).
Pero, el objetivo de este articulo es analizar también los argumentos ideológicos alienantes que se están utilizando para esconder a los verdaderos criminales, a los van a enriquecerse empobreciendo a la mayoría. De manera que sus intereses económico-políticos queden ocultos y así no se puedan ver ni limitados, ni entorpecidos, de forma que la mayoría de la sociedad los acepte como lógicos y naturales.
La manera más sencilla de justificar sus planteamientos y acciones es buscar chivos expiatorios, es decir responsabilizar de ésta situación a otros agentes sociales o grupos humanos. Y quien mejor que los trabajadores, inmigrantes o parados, funcionarios o jubilados y pensionistas.
La batalla ideológica ha empezado, llevamos días escuchando y leyendo en boca de periodistas dóciles o de ciudadanos cegados por el miedo, todo un conjunto de argumentos de carácter reaccionario y más propio de discursos filofascistas o neoliberales que de personas que se autodenominan de izquierdas o progresistas y que como podemos ver ni lo son ni lo serán.
Muchas veces estos argumentos están en boca de personas que uno creería instruidas e informadas y otras veces en trabajadores desclasados y muchos de ellos votantes de partidos de dudosa reputación democrática o de escasa fiabilidad progresista.
Pero qué dicen estos finos postulantes a tertulianos de intereconomia: básicamente mentiras y afirmaciones interesadas propias de quien defiende a ultranza los postulados más sucios y miserables de este capitalismo criminal, si este capitalismo financiero que nos ha llevado a esta crisis. Estos estafadores dueños del mundo que dejan sin comer y sin medicinas o escuelas al ochenta por ciento de la población mundial. Estas gentes están introduciendo en la sociedad civil el lenguaje propio del capitalismo cuando empieza a rozar el fascismo.
Cuando nos dicen, esto lo salvamos entre todos, es evidente que lo que están pensando es que nosotros los y las trabajadoras y no en otros, paguemos sus errores y sus pillajes. En el fondo nos están diciendo que nos apretemos el cinturón, jamás se lo han apretado ellos, si acaso lo han ajustado al cuello del pueblo con la esperanza que nos acabemos de morir.
Los argumentos de estos miserables tienen como objetivo distraer la atención del ciudadano y hacer que este sea incapaz de identificar a los únicos y verdaderos responsables: los sucios capitalista que gobiernan el mundo y sus gestores políticos y no del pueblo trabajador. Dicen que somos unos avariciosos que hemos gastado con desmesura (todo el mundo necesita una vivienda y la ha tenido que pagara a lo que el mercado marcaba) y por encima de nuestras posibilidades, sin caer en la cuenta que si algunos (no la mayoría) así lo han hecho ha sido porque justamente los que dominan el mundo han creído oportuno prestar el dinero de sus bancos para obtener grandes benéficos y no por altruismo o filantropia. Pero como pueden ser algunos tan miserables y tan voz del amo.
El primer chivo expiatorios que han buscado en Europa (también en los EEUU en Arizona) ha sido el colectivo de los inmigrantes. Su discurso es sencillo y viejo y se resume en decir que si estas personas abandonan España o Grecia o el país que sea las posibilidades de encontrar trabajo y salir de la crisis será más rápida. En definitiva, que si no hay trabajo, que se vayan, vamos que recojan sus bártulos y si te he visto no me acuerdo... es más nunca has estado aquí y si lo estás ahora es para robar pues no tienes otra forma de subsistir. Quién en su sano juicio puede decir esto, quién en su sano juicio y no siendo carne de cañón del fascismo es capaz de hacer semejante aseveración. Las personas no son objetos de usar y tirar. Pues las estamos oyendo en las calles, aulas, bares, fabricas, comercios del estado español y muchas personas dignas hacen como si no las oyeran como si no pasara nada... y evidentemente algo puede pasar y no creo que lo que acontezca se algo positivo.
El segundo grupo de responsables de la crisis son los trabajadores sin empleo, los parados y paradas que cobran sin trabajar, dicen. Sin tener en cuenta que estos han cotizado para recibir sus prestaciones y que el estado democrático, según sus propias reglas y principios fundacionales debe ser redistributivo y ayudar los más débiles. Muchos se atreven a decir que reduciendo las prestaciones (cosa que ya baraja el ejecutivo socialista español) se podrá poner freno al déficit público. Cuando todos sabemos que esto es una nimiedad comparado con el fraude fiscal por ejemplo o con los benéficos astronómicos que obtiene los especuladores financieros. Pero, para los ciudadanos desclasados, siempre es más fácil ser fuerte con el débil y sumiso con los poderosos.
El tercer grupo al que se ataca es al de los jubilados y pensionistas a los actuales, a los que se les ha congelado el sueldo y no estarán exentos de sufrir recortes en sus pensiones como se ha hecho en Grecia (eliminación de la mitad de las pagas extras), pero es más el objetivo que se plantean y que presentan como progresivo es que los nuevos jubilados y pensionistas cobren menos. Para ellos se están preparando nuevos sistemas de computo de los años cotizados, de manera que el derecho a percibir las pensiones sea más difícil y estas además se vean substancialmente reducidas. La solución que ofrecen son la pensiones privadas, baste recordar como ese sistema quebró en Chile o en otros lugares del mundo, al estar sometidos esos fondos a la especulación financiera, dejando a los paganos compuestos y sin novias.
El cuarto grupo son los trabajadores en activo a los que se quiere convertir en mano de obra sin derechos y sin indemnizaciones por despido, claro eso se está haciendo de forma gradual pero sin perder un minuto. Los nuevos sistemas de contratación ya llevan años en sea línea y la reducción de las indemnizaciones por despido han sido una constante incluso en épocas de bonaza. Y ahora van a por todas.
El quinto colectivo es el de los funcionarios públicos. La idea de estos neoliberales es clara, quieren criminalizar a una parte de los trabajadores (muy reducida por ejemplo en el estado español) para enfrentarlos a otros. El argumento de que el sector público en España está sobredimensionado es habitual en las tertulias y medios de desinformación conservadores y liberales (y también en algunos que se dicen de izquierdas). La realidad es otra como ha explicado Vicenç Navarro [1] en España la cifra es de un 9% (el promedio en la Europa de los 15 es el 16%), mientras en países con una mayor calidad de vida es mucho más grande (26 en Dinamarca, 22 en Suecia y 19% en Finlandia).
Los argumentos criminalizadores son variados pero en esencia se pueden resumir en considerarlos unos privilegiados: “Mirar que mal estáis vosotros, contratos precarios sueldos bajos, despido barato y en cualquier momento, jefes que os obligan a hacer lo que ellos quieren, etc”. Pero en realidad lo que estos energúmenos filofascistas quieren es convertir los derechos conseguidos por años de lucha y después de una dura oposición en privilegios.
Siembran el odio y nos hacen recordar tiempos pretéritos, aquellos en los que era tradición en algunos lugares, de ingrata memoria, machacar a los recién llegados al trabajo o a la escuela, en lugar de ayudarla... con el único argumento propio de un simio enfermo de que a mi también me lo hicieron. O el que es aún peor si yo no lo tengo que no lo tengan otros, en lugar de usar el único posible: si yo no lo tengo y estos compañeros si, es que todos los podemos tener y ese debe ser nuestro objetivo que todo el mundo tenga estos derechos laborales.
En realidad lo que querrían los capitalista y sus esbirros, carne de fascismo y enemigos del pueblo trabajador, es que nadie tuviera derechos y que todos estuviéramos sometidos a la dictadura del capital... ¡Pues no! somos muchos los que no tragamos.
Mientras nosotros los empleados públicos lo que pedimos es que los derechos que nosotros y nosotras tenemos (los que somos funcionarios, muchos compañeros no los tienen pues son interinos o contratados temporales) es que también los tengan todos los trabajadores y trabajadoras. Son derechos no privilegios!!
Nosotros somos el pueblo y no gente miserable que desea preservar para ellos solos los derechos laborales y sociales adquiridos tras muchos años de lucha colectiva y sacrificios. Nosotros lo que queremos que estos derechos y otros que una nos quedan por conquistar sean para todos y todas.
Nosotros somos gentes solidarias y trabajarnos el pueblo como médicos, profesores, arquitectos, ingenieros, bomberos, limpiadoras, conserjes, .... estamos para servir al pueblo no para ser usados como chivos expiatorios en manos de los políticas del capital y del neofascismo.
No se engañen los trabajadores, estos recortes salariales que padeceremos los funcionarios (y que más temprano que tarde sufrirán todos los trabajadores) que tenemos sueldos mas bajos no solucionaran la crisis, su objetivo es dividirnos. El estado y el capital no quieren que todos tengamos más derechos sino que todos tengamos menos. Estos nuevos filofascistas nos han robado hasta el lenguaje, llamando privilegios a los derechos!!
Las personas que no aprecian para nada los derechos adquiridos, no entienden que las cosas que hoy disfrutan se han conseguido por la lucha de muchas mujeres y hombres a lo largo del tiempo. Ya no se acuerdan de aquello que se decía en la España del siglo XX: pasa más hambre que un maestro de escuela. O de como los funcionarios eran cesados a capricho del político de turno, es eso lo que quieren es esa la sociedad democrática que debemos construir. Una sociedad sometida al miedo y a los poderosos no es democracia, eso es ¡filofascismo! Digan lo que digan!!
Esos trabajadores e incluso funcionarios desclasados no se acuerdan que nuestros sueldos eran menos de la mitad del sueldo de un trabajador no cualificado en los tiempos del boom inmobiliario, nada dijimos los funcionarios que servimos la pueblo y nada tenemos decir sobre eso ahora, cuando nuestro sueldo siguen siendo en la mayoría de los casos de menos de mil euros. Quien defienda estos argumentos son nuestros enemigo estén donde estén y digan lo que digan.
Todos queremos tener buenos médicos, profesores, bomberos o jueces y buenos servicios públicos pero como es eso posible si los que estamos luchando por eso venos nuestro sueldos de un día para otro rebajados para hacernos pagar una crisis que no hemos generado y que encima se nos catalogue de privilegiados. Los servicios no mejoraran y como ya ocurre muchos médicos y enfermeras se irán otros países donde el reconocimiento social y salarial sea mayo.
Nos piden nuestros gobernante que nos apretemos el cinturón mientras ellos nada dicen sobre que el indecente salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes, mientras que el de un diputado es de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500€/mes. O que un que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera. Y no digamos el conjunto de los funcionarios de las escalas más básicas donde los salarios de mil euros son el pan nuestro de cada día.
En resumen, quieren que la crisis la paguemos los trabajadores y cuentan con que los mismos trabajadores, los más desclasados o los menos capacitados ideológicamente acepten esto argumentos de la nueva dictadura del capital sus argumentos como única manera de salir de la crisis. Crisis que como todos sabemos no les afecta a ellos (como bien muestran esos programas de televisión sobre mansiones o ricos) y en la que están obteniendo excelentes beneficios, mientras nosotros los trabajadores una vez más sólo obtenemos perjuicios y miseria.
No permitamos que se salgan con la suya, no decaigamos y no renunciemos a la lucha y a la unidad anticapitalista y utilicemos la única herramienta que tenemos: la huelga general.

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