23 de octubre de 2010

El Militante

¿Qué es un militante?

José Pablo Feinmann1  nos dice al respecto: “Un militante cree en la solidaridad social. No es un "individuo" en el pobre sentido que del individuo tiene el liberalismo burgués. Sabe que su individualidad se realiza en el grupo. Su incorporación al trabajo, a la producción, a su grupo de pertenencia, a su clase social, lo incorpora a la solidaridad, al compañerismo, a la amistad sincera. Para decirlo claro: lo humaniza. Un militante es un ser en constante proceso de humanización. Sabe que habita este mundo para luchar junto a los demás, no para usarlos.”

“El militante respeta el trabajo. No porque sea un sometido, sino, porque sabe que en el trabajo está su poder, su organizatividad y el sentido final de su militancia: la justicia social. Y también porque sabe que por fuera del trabajo, no sólo está la miseria económica, sino la otra: la social y la humana. La que hará de él un apartado, un egoísta, un resentido y hasta un delincuente.”

“El militante, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida.
Esta verdad es su ideología, la ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia.

La ha amasado, a esta ideología, durante años, la ha padecido, la ha cuestionado, la ha asumido cotidianamente. Porque cotidianamente intentan quitársela, se la oscurecen y deforman desde las pantallas de la TV o desde las radios. Aparecen allí, frente a él, en su hogar, hombres cultivados, con buenos modales, racionales hasta el asombro y vértigo, implacables, que le dicen que no, que está equivocado, que todo está bien, o que todo está mal, pero que, en todo caso, nada está como él cree. ¿Cómo lucha contra toda esa insidiosa verborragia? Hablando con sus compañeros. Buscando la verdad donde está: en el grupo. Porque cuando los militantes son esto, militantes, y están unidos por sus intereses comunes, la verdad es una tenaz corriente eléctrica que los recorre y los une aniquilando el discurso del enemigo.”

El militante es un líder 


Es en ese proceso de trabajo de base y de lucha concreta, que surgen los líderes y los militantes. El líder aparece en las acciones concretas como alguien que está en el medio de la masa y toma la iniciativa, aporta sugerencias, demuestra determinación y coraje, accede a más información que las demás personas de su grupo; y aún compartiendo dicha información, entiende más rápido los conflictos y todo lo que está pasando y expresa públicamente aquello que a muchos les gustaría decir (y no lo hacen por no conseguir elaborar un discurso, o a veces por falta de coraje para hacerlo). La mayoría de los líderes llegan a ser militantes.


Características que definen al militante 

  • Éstos adquieren un nivel de entendimiento, de experiencia personal que, a través del conocimiento de la realidad de un espacio determinado (territorio), despierta y contagia a los demás para comprender esa realidad. 
  • Organiza y acompaña a esas personas en la lucha cotidiana por resolver sus problemas, articulando esa lucha específica con las luchas más generales contra las injusticias cometidas contra toda la clase trabajadora.
  • El militante se mueve por una pasión que articula la indignación contra las injusticias y la ternura por todas las personas que son parte en este proceso de lucha.
  • El militante aprende a equilibrar las emociones de rebeldía e indignación con las ideas. Descubre que razón y corazón están interrelacionados y, por lo tanto, que las ideas no sobreviven sin los sentimientos. 
  • El militante es aquel que invita, que motiva, que se encuentra con otros, que hace el trabajo de base, que se anima y participa activamente de la lucha; siempre dando el ejemplo de superación. 
  • Explica con claridad y paciencia al resto las decisiones y direccionamientos que van surgiendo, y busca, a través del método de trabajo, dar vida a las ideas que fueron construidas colectivamente. 
  • Se empeña en buscar siempre la verdad, utilizando métodos de investigación y de análisis que puedan aportar a la interpretación de las contradicciones, vinculándolas con otros procesos, en una visión de totalidad y objetividad. 
  • La actuación de los militantes es fundamental para el sustento y continuidad del trabajo de base; tanto para nuevos desafíos en la lucha, como para el fortalecimiento de la organización y la elevación del nivel de conciencia de las personas que participan de la organización. 
  • Cuantos más militantes forje una organización, mayor capacidad de movilización, de lucha y de formación adquiere. Muchos militantes pueden, y deben, volverse dirigentes o referentes.
  •  En términos generales, el dirigente o referente es el militante que alcanzó un mayor nivel de desarrollo intelectual, y también de experiencias prácticas que permite que asuma responsabilidades y funciones mayores en la organización.
  • Dirigir un grupo, un movimiento, no es tarea fácil, y por eso los dirigentes deben forjarse y formarse en la propia lucha. El dirigente o referente no es aquel que manda, sino aquel que colectivamente dirige el movimiento.
  • La dirección siempre debe ser colectiva, aunque las responsabilidades y las tareas sean individuales. Articula la actuación de los militantes a partir de un plan de trabajo, con distribución de tareas y responsabilidades, con evaluaciones periódicas. Tiene claro los objetivos que se quieren alcanzar en cualquier momento de la lucha. Domina los principios organizativos del movimiento y los incorpora en su praxis política. 
  • Dedica tiempo al estudio, al conocimiento de la realidad, de la historia; e incorpora estrategias de acción colectiva para intervenir en esa realidad que necesita ser transformada. Utiliza la pedagogía del ejemplo, vivenciando y practicando cotidianamente los nuevos valores y comportamientos éticos y morales adecuados, como forma de que los militantes y la base vayan aprendiendo a vivenciar y a construir nuevas relaciones entre las personas. 
  • El principal instrumento de su actuación política es la firmeza ideológica y los principios, la claridad política para relacionarse con otras fuerzas y organizaciones, buscando hacer alianzas para enfrentar a los enemigos de clase. 
  • Se caracteriza por la coherencia entre lo que dice y lo que hace. 
  • Posee un vínculo directo con la base a través de la organicidad del movimiento. 
  • En fin, posee características que van siendo desarrolladas en el proceso de lucha específica de cada organización. En otras palabras, la organización hace al dirigente y el dirigente hace a la organización. Por lo tanto, vemos cómo se articulan entre sí esos diferentes niveles de conciencia, de experiencia individual y colectiva, de determinación y responsabilidades, de entendimiento y habilidades. 
Nada existe por separado, pues no existe base organizada sin militantes, sin líderes que animan, que articulan y organizan las luchas. Así como tampoco existe dirigente o referente separado de las personas, de las bases, que necesitan una guía segura y clara para luchar y organizarse; buscando la superación tanto de sus demandas específicas, como de las demandas de la clase. 

Errores en los que puede caer un militante



  • La deshumanización acecha también al militante. 
  • Puede transformar su ideología en dogma, en obstinación y autoritarismo. 
  • Puede creerse más heroico.
  • Puede confundir el desprecio por la vida con el coraje. 
  • Puede enajenarse en su lucha. 
  • Puede olvidar las pequeñas cosas en nombre de los grandes ideales. 
  • Puede olvidar que los grandes ideales se persiguen y se conquistan para posibilitar las pequeñas cosas. 
  • Puede llegar a considerarse sólo el eficaz cuadro de una organización. Y hasta puede llegar al extravío de exigir también eso de los demás.
  • Puede llegar a realizar esta frase de Brecht: “Nosotros que nos unimos para luchar por la amistad entre los hombres, no supimos ser amigos”. 3
El viejo problema de los medios y los fines se agitan detrás de éstas ideas.
Pero si la militancia ha de servir para humanizar al militante, los fines deberán estar presentes en todos los medios. Porque el militante está vivo hoy, y es hoy, en cada uno de los actos que realiza para conquistar una sociedad más justa, donde están enteramente en juego su humanización o su envilecimiento.


Una organización política necesita forjar militantes


Forjar militantes y dirigentes en el proceso de movilización y organización de las masas, es uno de los grandes desafíos de este momento histórico. Ser creativos, innovar, forjar nuevos métodos participativos, es condición importante para avanzar en los procesos organizativos. Formar nuevos dirigentes y militantes, elevar el nivel de conocimiento y de conciencia de la base son condiciones esenciales para el enfrentamiento en la lucha de clases. Fortalecer la lucha de clases con conciencia, con capacidad de organización y de lucha, con la vivencia de nuevos valores y comportamientos, con claridad en los rumbos a seguir y en el horizonte a construir teniendo como perspectiva la transformación de la realidad y de las personas, debe ser una de las grandes preocupaciones actuales.

Equipo de Investigacion FFM



Notas

1.José Pablo Feinmann (Buenos Aires1943) es un filósofo, docente, escritor, ensayista, guionista y conductor de televisión argentino.
2. MST Método de trabajo y organización popular
3.Sacado de elplantel.blogspot.com/2007/07/que-es-un-militante.html



2 comentarios:

  1. Es bien importante que se interioricen este tipo de conceptos para evitar que nuestra militancia caigan en los vicios del poder y se siga manteniendo pura y consciente. Milagros H.

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  2. Es bien importante que se interioricen este tipo de conceptos para evitar que nuestra militancia caiga en los vicios del poder y se siga manteniendo pura y consciente. Milagros H.

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