Bajo el programa de libertad condicional, los médicos y cierto personal médico cubano apostados en el extranjero son elegibles para solicitar asilo en cualquier embajada estadounidense en el mundo
Cindy Jaquith | he Militant |
Los esfuerzos de Washington para convencer a médicos cubanos a que dejen Cuba y así socavar políticamente la revolución han recibido cierta cobertura en la prensa capitalista. El Wall Street Journal del 15 de enero publicó un artículo sobre el Programa de Libertad Condicional para los Médicos Profesionales Cubanos, manejado por el servicio de inmigración de Estados Unidos, que ofrece estatus de refugiado en Estados Unidos a cualquier médico cubano que esté trabajando para el gobierno cubano en una misión médica en el extranjero.
Iniciado en 2006, el programa es uno entre muchos —como las ofertas hechas a atletas y artistas— diseñados para precipitar deserciones de la revolución cubana.
Bajo el programa de libertad condicional, los médicos y cierto personal de asistencia médica cubano apostados en el extranjero son elegibles para solicitar asilo en cualquier embajada estadounidense en el mundo. Si su solicitud es aceptada, se les otorga visado. El estatus de residencia permanente es garantizado una vez en suelo estadounidense.
El programa forma parte de la caja de herramientas de Washington utilizada para promover una “contrarrevolución democrática” en Cuba, apretando el embargo para maximizar las dificultades económicas del pueblo cubano y el financiamiento de los grupos políticos opositores, con la esperanza de fomentar la hostilidad hacia el gobierno. Estas operaciones son dirigidas especialmente hacia sectores de clase media en la población cubana, que es las más propensa a buscar soluciones personales a las dificultades de vivir en Cuba a medida que se
profundiza la crisis económica capitalista mundial.
Hasta el día 16 de diciembre de 2010, 1 574 médicos cubanos han obtenido visas estadounidenses acogidos al Programa de Libertad Condicional para los Médicos Profesionales Cubanos, según los documentos obtenidos por el Journal bajo la ley de “libertad de información”. El periódico reconoció que “solo un pequeño porcentaje de los médicos cubanos mandados al exterior ha desertado”. Solo en el año 2010, más de 37 mil trabajadores de la salud cubanos han servido en 77 países en misiones en el extranjero. La operación de Washington está diseñada a debilitar esas misiones, que han ganado respeto por todo el mundo.
El diario capitalista británico Independent comentó, “Son los héroes del desastre del terremoto haitiano… para el cual el presidente Barack Obama prometió una misión humanitaria monumental estadounidense… Excepto que estos héroes son del súper enemigo de Estados Unidos, Cuba, cuyos doctores y enfermeras han dejado avergonzados a los esfuerzos estadounidenses”.
La autora Nina Lakhani dijo que se encuentran 1 200 trabajadores de la salud cubanos en Haití. Desplegados en 40 clínicas por todo el país han tratado a 30 mil pacientes de cólera desde octubre. Eso equivale al 40 por ciento de todos los que han sido afectados por la enfermedad. Ni un solo trabajador o campesino haitiano ha tenido que pagar por el tratamiento dado por los doctores cubanos.
Las misiones médicas cubanas también avergüenzan a los programas de “asistencia” estadounidenses en los países semicoloniales, al demostrar que las enfermedades, el hambre, los roedores y otros males del capitalismo no son inevitables. Se les puede poner fin. Un ejemplo es la productiva colaboración entre los gobiernos de Cuba y Guinea Ecuatorial para erradicar la población de ratas en la isla de Annobón, algo que los planificadores urbanos en los países capitalistas avanzados nunca han logrado.
El índice de mortalidad infantil en Cuba bajó a 4.5 por cada mil nacidos vivos en 2010, el más bajo en su historia. En Estados Unidos la cifra disponible más reciente es de 2007, año en el que la mortalidad infantil del país alcanzó el 6.75 por cada mil, y 13.35 entre los afroamericanos.
Cindy Jaquith | he Militant |
Los esfuerzos de Washington para convencer a médicos cubanos a que dejen Cuba y así socavar políticamente la revolución han recibido cierta cobertura en la prensa capitalista. El Wall Street Journal del 15 de enero publicó un artículo sobre el Programa de Libertad Condicional para los Médicos Profesionales Cubanos, manejado por el servicio de inmigración de Estados Unidos, que ofrece estatus de refugiado en Estados Unidos a cualquier médico cubano que esté trabajando para el gobierno cubano en una misión médica en el extranjero.
Iniciado en 2006, el programa es uno entre muchos —como las ofertas hechas a atletas y artistas— diseñados para precipitar deserciones de la revolución cubana.
Bajo el programa de libertad condicional, los médicos y cierto personal de asistencia médica cubano apostados en el extranjero son elegibles para solicitar asilo en cualquier embajada estadounidense en el mundo. Si su solicitud es aceptada, se les otorga visado. El estatus de residencia permanente es garantizado una vez en suelo estadounidense.
El programa forma parte de la caja de herramientas de Washington utilizada para promover una “contrarrevolución democrática” en Cuba, apretando el embargo para maximizar las dificultades económicas del pueblo cubano y el financiamiento de los grupos políticos opositores, con la esperanza de fomentar la hostilidad hacia el gobierno. Estas operaciones son dirigidas especialmente hacia sectores de clase media en la población cubana, que es las más propensa a buscar soluciones personales a las dificultades de vivir en Cuba a medida que se
profundiza la crisis económica capitalista mundial.
Hasta el día 16 de diciembre de 2010, 1 574 médicos cubanos han obtenido visas estadounidenses acogidos al Programa de Libertad Condicional para los Médicos Profesionales Cubanos, según los documentos obtenidos por el Journal bajo la ley de “libertad de información”. El periódico reconoció que “solo un pequeño porcentaje de los médicos cubanos mandados al exterior ha desertado”. Solo en el año 2010, más de 37 mil trabajadores de la salud cubanos han servido en 77 países en misiones en el extranjero. La operación de Washington está diseñada a debilitar esas misiones, que han ganado respeto por todo el mundo.
El diario capitalista británico Independent comentó, “Son los héroes del desastre del terremoto haitiano… para el cual el presidente Barack Obama prometió una misión humanitaria monumental estadounidense… Excepto que estos héroes son del súper enemigo de Estados Unidos, Cuba, cuyos doctores y enfermeras han dejado avergonzados a los esfuerzos estadounidenses”.
La autora Nina Lakhani dijo que se encuentran 1 200 trabajadores de la salud cubanos en Haití. Desplegados en 40 clínicas por todo el país han tratado a 30 mil pacientes de cólera desde octubre. Eso equivale al 40 por ciento de todos los que han sido afectados por la enfermedad. Ni un solo trabajador o campesino haitiano ha tenido que pagar por el tratamiento dado por los doctores cubanos.
Las misiones médicas cubanas también avergüenzan a los programas de “asistencia” estadounidenses en los países semicoloniales, al demostrar que las enfermedades, el hambre, los roedores y otros males del capitalismo no son inevitables. Se les puede poner fin. Un ejemplo es la productiva colaboración entre los gobiernos de Cuba y Guinea Ecuatorial para erradicar la población de ratas en la isla de Annobón, algo que los planificadores urbanos en los países capitalistas avanzados nunca han logrado.
El índice de mortalidad infantil en Cuba bajó a 4.5 por cada mil nacidos vivos en 2010, el más bajo en su historia. En Estados Unidos la cifra disponible más reciente es de 2007, año en el que la mortalidad infantil del país alcanzó el 6.75 por cada mil, y 13.35 entre los afroamericanos.
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