22 de febrero de 2011

¡Para-militares ! : “Colombianización” del Estado Dominicano.


El diario digital “Ciudad Oriental” publicó al inicio de la semana pasada un reportaje firmado por su director Robert Vargas titulado: “800 hombres integran grupo paramilitar en SDE”.
Narciso Isa Conde |


DENUNCIA EL MOVIMIENTO CAAMAÑISTA (MC)

El diario digital “Ciudad Oriental” publicó al inicio de la semana pasada un reportaje firmado por su director Robert Vargas titulado: “800 hombres integran grupo paramilitar en SDE”.

Los datos ofrecidos son muy precisos:

El domingo 13 de febrero, en el contexto del carnaval Santo Domingo Este (SDE) fue notoria la presencia de tropas uniformadas de negro con botas militares, radios y pistolas al cinto; ubicadas en puntos estratégicos, especialmente en la ave. Venezuela del Ensanche Ozama.
El jefe de seguridad de la Alcaldía Municipal, coronel P.N. Juan Pablo Ferreira, no reconocía esos efectivos como parte del cuerpo policial oficial y mostró extrañeza por el hecho.
Interrogados por Ferreira los que fungían de jefes del cuerpo no oficial, dijeron que actuaban en coordinación con el coronel Ludwing Suardi (Director de la policía en SDE), el Capitán PN Arnaud y el mayor Joselito de la policía municipal)
Un supuesto teniente-coronel Alfredo Faña Fermín se destacó dentro del conjunto exhibiendo porte militar, radio y arma.



El mayor “Joselito” negó el vínculo.
El capitán Arnaud no aparece.
El coronel Suardí, en entrevista publicada horas después por ofreció unas declaraciones ambiguas, altamente sospechosas de complicidad: 1) dijo que ordenó a todos los comandantes bajo su mando el arresto de por lo menos dos grupos paramilitares que operan en el municipio, condicionándolo a que “estuvieran uniformados y armados”; 2) negó que él autorizara a esas personas a actuar como policías, pero agregó “que si ellos quieren hacer labor comunitaria lo hagan vestido de civil y sin armas”; 3) insistió en que solo si lo “encuentran como andaban el domingo pasado” (uniformados y con armas) durante las festividades del carnaval “serán arrestados” por sus subalternos y los llevará a la justicia “por usurpación”, pese a que ya la usurpación se había producido y pese a que “Ciudad Oriental” publicó las fotografías de esos falsos agentes.
Informaciones adicionales publicadas por el referido periódico digital dan cuenta de que en su totalidad ese cuerpo para-policial cuenta con ochocientos efectivos, distribuidos en Los Mina, Alma Rosa, Los Tres Brazos, Ciudad Almirante y en los municipios de Guerra y San Pedro de Macorís.

Negativas inconsistentes

El globo de ensayo no le ha dado los resultados esperados a los patrocinadores de ese cuerpo para-policial, a partir de su aparición pública y sobretodo de las indagaciones realizadas en el terreno de los hechos, especialmente después del primer reportaje de Robert Vargas.

Las inconsistentes negativas del oficial consultado, no disipan las brumas; más cuando se ven acompañadas de un sospechoso silencio del Jefe y de la Plana Mayor de la putrefacta policía nacional; actitud propia y recurrente de los Estados, gobiernos y cuerpos armados regulares que forman estructuras para-militares y para-policiales para descargar a las tropas regulares de las fechorías instrumentadas por esas vías.

Así fue en los países del Cono Sur en la era de las dictaduras militares y también en Centroamérica.

Así es actualmente en Colombia, en México y otros países.

Las unidades para-militares generalmente son creadas por los Estados, las Fuerzas Armadas, la Policía y los órganos de inteligencia estatales (siempre con la colaboración de sectores oligárquicos, la participación de delincuentes comunes y el apoyo de ciertos carteles de la droga), para tratar de eximir a las instituciones formales de los “trabajos” más sucios y desviar así la confrontación.

Datos de la “colombianización” del Estado dominicano

A mí no me sorprende esa denuncia, prácticamente admitida por el coronel Suardí. Incluso aprecio que esa manera de proceder se inspira específicamente en la experiencia colombiana y entiendo que éste es un primer producto masivo de su trasplante a nuestro país.

Desde hace un buen tiempo vengo insistiendo en el proceso de colombianización del Estado Dominicano, a partir de la copia del mal llamado “Plan de Seguridad Democrática” implementado por el ex-presidente Uribe Vélez en Colombia, del anunciado “Acuerdo de Cooperación Estratégica” entre las dos Fuerzas Armadas (anunciado por el general Padilla, jefe del Ejército colombiano), del intenso asesoramiento y entrenamiento policial colombiano a la Policía Nacional y del traslado de capitales sucios colombianos a la República Dominicana (mas de mil millones de dólares).

Además de los ominosos acuerdos intergubernamentales e inter-presidenciales, del rol injerencista de la Embajada de Colombia conducida por el general Mario Montoya (experto en para-militarismo, masacres, infiltraciones y terrorismo de Estado) y de las relaciones de “amistad” entre la cúpula militar colombiana y generales dominicanos como Guzmán Fermín, Medina y Medina, Aquino García (jefe de la DN), Polanco Gómez (actual jefe de la PN), Ventura Bayonet, Gilberto Delgado y Bencosme Candelier,

Oportunamente denuncié que el embajador Montoya, quien sucedió en el cargo al jefe para-militar Chaux Mosquera, vino con la especial misión de orquestar un plan de “colombianización” en toda la isla y que el territorio haitiano estaba siendo utilizado por él para el entrenamiento de para-militares dominicanos y haitianos, por lo que no hay que dudar que esos 800 efectivos ubicados en el Este del país sean parte de esa “camada’’ entrenada en Haití y procedan de la delincuencia común y de las reservas de las FFAA y la PN. Como en Colombia, el sicariato aquí es de procedencia militar, policial y de la delincuencia civil.

Y a propósito de la colombianización, habría que plantearse algunas interrogantes curiosas:

-¿Que hace el fusil del comandante de las FARC, Martín Caballero (caído en combate en Colombia hace algunos años), en la casa del general Aquino García?

-¿Por qué fue precisamente el anterior embajador de Colombia quien presentó y le recomendó a Leonel Fernández el capo español Arturo del Tiempo Márquez y a su hijo como supuestos “inversionistas”?

-¿Por qué el ex-jefe de la Policía, general Guzmán Fermín, el general Mateo Rosado (jefe de la DNCD) y sus oficiales más allegados cultivaron vínculos tan fuertes con Arturo del Tiempo y su familia?

-¿Por qué no aparece ni el dinero ni la droga de Paya, ni se actúa contra los jefes militares participantes en esa operación?

-¿Por qué el general Florentino y Florentino y aláteres siguen impunes a pesar de evidenciase sus vínculos con el cártel Quirino, articulado a un importantes cartel Colombia?

-¿Por qué pasa igual con los jefes políticos y militares que protegieron a Figueroa Agosto?

Posibles motivos para crear ese engendro

La emergencia a la luz pública de esa parte del para-militarismo tiene que ver con la agudización de la crisis nacional, el descrédito del régimen y el repunte de la movilización y las protestas cada vez más politizadas.

Tiene un tono intimidante, atemorizador, dentro de un plan estratégico que persigue sostener a cualquier costo –descargando de culpas al Estado de las represiones más crueles- una lumpen-partidocracia y una oligarquía voraz en plena fase de dictadura institucionalizada.

No hay alarma en estas líneas, sino alerta; además la sugerencia de no caer en la trampa de no responsabilizar al Estado en general y al gobierno de turno en particular de esas señales ominosas. Es el gobierno, es el Estado, son sus instituciones, sus partidos corrompidos y sus empresarios preferidos, los responsables de ese nuevo engendro en expansión.

Vale cada vez más poner en marcha la democracia de calle, la conversión de la movilización popular en algo multitudinario y procede exigir el desmantelamiento del para-militarismo en boga.

POR LA COORDINACIÓN CENTRAL:

Narciso Isa Conde

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