No importa si Barack Obama nació en Hawaí: el verdadero problema es cómo se comporta

En el alboroto sobre si el presidente Barack Obama nació en Hawái o no, pocos parecen haberse dado cuenta, de que desde el punto de vista de muchos historiadores y eruditos legales,Hawái no es un Estado legítimo de EE.UU. Si el gobierno de Hawái no hubiera sido derrocado ilegalmente en 1893 por los marines estadounidenses mediante un acto clásico de ‘Destino Manifiesto’ y de diplomacia de cañoneras al estilo de EE.UU., Hawái todavía sería actualmente una nación independiente, soberana.

A pesar de una serie de hábiles acciones ilegales del gobierno de EE.UU., Hawái no se puede considerar un Estado legalmente bona fide de ese país. En 1898 EE.UU. abrogó unilateralmente todos los tratados existentes de Hawái y pretendió anexarlo sobre la base de una resolución del Congreso. Dos años después EE.UU. estableció ilegalmente el llamado Territorio de Hawái sobre la base de la espuria Ley Orgánica. Después de un período de prolongada ocupación beligerante por parte de EE.UU., Hawái se colocó en el Artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, como un “territorio no-autónomo” bajo la autoridad administrativa de EE.UU. Luego, en 1959, EE.UU. informó falsamente a la ONU de que Hawái se había convertido en el Estado 50 de EE.UU. después de un plebiscito ilegal. Entre los que pudieron votar en esa elección inválida hubo miembros de las fuerzas armadas de EE.UU. y sus familiares estacionados en Hawái. En otras palabras, se permitió a los ocupantes de Hawái que votaran sobre su futuro.

En noviembre de 1993, el presidente Bill Clinton firmó la Ley Pública 103-150 pidiendo disculpas a los 140.000 hawaianos nativos, que se llaman a sí mismos Kanaka Maoli, por la invasión del 17 de enero de 1893 de Hawái que depuso a la reina Liliuokalani y llevó a la anexión ilegal de Hawái por EE.UU. y finalmente a su declaración de Estado en 1959. Esta disculpa reconoció implícitamente la soberanía inherente, a la que no ha renunciado, y el derecho de autodeterminación del pueblo nativo hawaiano.

Haya sido su intención o no, el presidente Bill Clinton claramente elevó las expectativas de los Kanaka Maoli de que un día Hawái pueda volver a verse como un Estado-nación independiente. Los oprimidos Kanaka Maoli, que representan menos de un 12% de la población de Hawái, “mueren más jóvenes, ganan menos, van con más frecuencia a la cárcel, y es más probable que carezcan de vivienda que cualquier otro grupo étnico en las islas”, según Honolulu Weekly.

Si Barack Obama nació en Hawái, y su certificado de nacimiento dice que así fue, ¿por qué ha mostrado tan poco interés por los sufrimientos de los hawaianos nativos? Bill Clinton hizo mucho más por los Kanaka Maoli que Barack Obama, a pesar de que Obama pretende ser un liberal compasivo.

En cierto sentido, no importa si el presidente Obama nació en Hawái, Kenia, Indonesia o Arabia Saudí. El verdadero problema es cómo se comporta. Ahí reside el problema. Al igual que su amigo Donald Trump, Obama tiene una fortísima predisposición a la violencia y la guerra, tiene en cuenta casi exclusivamente a los ricos y poderosos y es amigo del gobierno derechista de Israel.

Hawái se convirtió en un supuesto Estado de EE.UU. como resultado de una política exterior basada en la dominación a espectro completo y la sobre-extensión imperial, a misma política exterior empleada por Obama más de un siglo después en sitios como Afganistán, Iraq, Libia, Pakistán, y Palestina.

El ‘abandono benigno’ del presidente Obama hacia las víctimas hawaianas del imperialismo estadounidense del Siglo XIX dice más de su persona que el nombre del país en su certificado de nacimiento.