Gobierno de Ecuador se toma su tiempo en caso Assange

Las autoridades ecuatorianas evaluarán hoy las implicaciones jurídicas y políticas derivadas en caso de que se decida conceder asilo político al periodista australiano Julian Assange, aunque advierten que su decisión será soberana. Este lunes el presidente Rafael Correa y el canciller Ricardo Patiño se reunieron en esta capital con Ana Albán, embajadora de Ecuador ante el Reino Unido, para abordar la situación de Assange en la legación y los próximos pasos a dar.

Patiño dijo a la prensa que todavía no se ha resuelto respecto al pedido del fundador de Wikileaks y añadió que un grupo de abogados analiza el caso, aunque precisó que los tiempos en estos temas no son perentorios.

“Hay personas que han quedado aislados en embajadas un día, tres semanas o cinco años. Todo eso puede pasar”, señaló.

Albán, por parte, informó a la prensa que en la misión ecuatoriana en Londres se le brinda la asistencia necesaria a Assange, quien ingresó a la sede ecuatoriana el martes pasado.

Según la diplomática, el periodista australiano cuenta con las facilidades suficientes para poder sobrevivir y con el acceso para recibir la visita de ciertas personas.

Correa ha reiterado en varias ocasiones que su gobierno se tomará el tiempo necesario para evaluar la solicitud de asilo.

También ha calificado a Assange de luchador por la libertad de expresión sin límites y ha señalado que analizaría los riesgos para la vida a los que se expone en caso de ser extraditado a Suecia para que responda por supuestos delitos sexuales.

El fundador de Wikileaks teme ser entregado por Estocolmo a las autoridades estadounidenses y consecuentemente ser condenado en aquel país, incluso con la pena de muerte, por delitos políticos.

Este lunes, amigos de Assange en Ecuador solicitaron al gobierno aceptar la demanda e invitaron a los cibernautas firmar una carta pública como forma de apoyo en el sitio http://www.avaaz.org/es/petition/Aceptacion_a_la_peticion_de_asilo_politico_de_Julian_Assange/.

En una carta dirigida al mandatario y al canciller señalan que “existe un claro intento de extraditar al hombre más temido por el establishment norteamericano a un país del cual sería más fácil sacarlo para Estados Unidos”.

El fin persecutorio es evidente: tiene que pagar por haber desafiado el imperio, aseguran los firmantes.

Fuente: Prensa Latina