El rey Juan Carlos I de España inició hoy sus vacaciones, tras escuchar la víspera las preocupaciones de las principales centrales obreras sobre los daños causados por la política de recortes económicos y sociales del Gobierno. El monarca que viaja este miércoles a Palma de Mallorca, para su descanso estival en las Islas Baleares, deja atrás un país agobiado por 24,63 por ciento de desempleo y azotado por los severos ajustes gubernamentales por valor de 65 mil millones de euros, debido a la crisis económica.
El martes, los secretarios generales de las dos principales organizaciones sindicales de la nación ibérica, Ignacio Fernández Toxo, de Comisiones Obreras; y Cándido Méndez, de la Unión General de Trabajadores, expresaron al Rey su intranquilidad por la precaria situación del mundo laboral español.
Las políticas de durísimo recorte del gasto público y las llamadas reformas estructurales para reducir el déficit son un suicidio para nuestro país y están frenando las posibilidades de recuperación económica y generación de empleo, consideraron ambos dirigentes obreros durante la cita con el soberano.
El encuentro entre los representantes sindicales y Juan Carlos I revistió vital importancia en una coyuntura caracterizada por el descontento popular y por el hecho de que el monarca presidiera el Consejo de Ministros deliberativo que precedió al formal, en el cual el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó su duro plan de recortes.
Tras la reunión y pese a la desfavorable situación económica que vive el país, el Rey se fue de vacaciones al palacio de Marivent, donde por la noche presidirá la tradicional cena que ofrece todos los años a las autoridades baleares durante su estancia estival en Mallorca.
Fuente: Prensa Latina
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