El director municipal de Protección Civil Mariño, Aldo Pusticcio, informó que según el reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) continuarán precipitaciones dispersas Hasta la fecha, Protección Civil no tiene reportes de daños o familias perjudicadas por las constantes precipitaciones. No obstante, los efectivos de las direcciones regional y municipales realizan constantes monitoreos de zonas vulnerables y cauces de los ríos y quebradas. Aun cuando las lluvias no han sido fuertes como en diciembre de 2010, la población siente temor de que se repita la historia.
Algo traumada se observó a Mercedes Salazar, quien reside desde hace 13 años en Ciudad Perdida, sector que hace dos años sufrió los embates de la naturaleza. Esta mujer vive en un rancho que se inundó. Para esa fecha sólo recibió ayuda de alimentos y unas colchonetas que le regaló Pdvsa.
El director municipal de Protección Civil Mariño, Aldo Pusticcio, informó que según el reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) continuarán lluvias dispersas. Explicó que todo ha estado tranquilo, pero que mantienen el monitoreo y eliminarán una vegetación cerca de la calle Guevara.
Cada vez que llega la época de la lluvia, la población se encomienda a Dios y a la Virgen del Valle. En esta región varias familias resultaron damnificadas y aún permanecen en refugios. Al menos es el escenario en el municipio Antolín del Campo. En diciembre de 2008, también la naturaleza golpeó a Nueva Esparta. El 7 de diciembre, la patrona de Oriente fue subida a su trono tras el desbordamiento del río El Valle.
Yolanda Díaz, tiene 14 años viviendo con su hijo en Ciudad Perdida. Su casa está debajo del nivel de la carretera y a escasos metros de uno de los brazos del río del Valle. Teme que el cambio climático nuevamente le haga una mala jugada al estado Nueva Esparta. “Ay mija, en 2010, el agua alcanzó dos metros de alto. Todavía tenemos temor, porque si el río crece se puede desbordar”. El director regional, José Gregorio Salazar, informó vía telefónica que no había reportes de daños causados por las lluvias.
Algo traumada se observó a Mercedes Salazar, quien reside desde hace 13 años en Ciudad Perdida, sector que hace dos años sufrió los embates de la naturaleza. Esta mujer vive en un rancho que se inundó. Para esa fecha sólo recibió ayuda de alimentos y unas colchonetas que le regaló Pdvsa.
El director municipal de Protección Civil Mariño, Aldo Pusticcio, informó que según el reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) continuarán lluvias dispersas. Explicó que todo ha estado tranquilo, pero que mantienen el monitoreo y eliminarán una vegetación cerca de la calle Guevara.
Cada vez que llega la época de la lluvia, la población se encomienda a Dios y a la Virgen del Valle. En esta región varias familias resultaron damnificadas y aún permanecen en refugios. Al menos es el escenario en el municipio Antolín del Campo. En diciembre de 2008, también la naturaleza golpeó a Nueva Esparta. El 7 de diciembre, la patrona de Oriente fue subida a su trono tras el desbordamiento del río El Valle.
Yolanda Díaz, tiene 14 años viviendo con su hijo en Ciudad Perdida. Su casa está debajo del nivel de la carretera y a escasos metros de uno de los brazos del río del Valle. Teme que el cambio climático nuevamente le haga una mala jugada al estado Nueva Esparta. “Ay mija, en 2010, el agua alcanzó dos metros de alto. Todavía tenemos temor, porque si el río crece se puede desbordar”. El director regional, José Gregorio Salazar, informó vía telefónica que no había reportes de daños causados por las lluvias.
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