“Obama le transmitió a los nuevos oficiales la exigencia del país de ser la primera potencia mundial. Y esto implica simbólicamente que la fuerza militar va jugar papel importante en esa aspiración”
explicó el analista Para el politólogo Carolus Wimmer la Cumbre del G-77 más China, celebrada en Bolivia, durante el fin de semana, es un hecho político antiimperialista de gran envergadura.
La afirmación la hizo durante su participación en el programa Entre Todos, transmitido por Venezolana de Televisión.
La Cumbre es una respuesta directa al discurso de Barack Obama el pasado 28 de mayo de 2014, en la Academia Militar de West Point, donde trazó la línea que tiene prevista Estados Unidos para el futuro de un mundo unipolar. “Ese día Obama le transmitió a los nuevos oficiales la exigencia del país de ser la primera potencia mundial. Y esto implica simbólicamente que la fuerza militar va jugar papel importante en esa aspiración”, explicó el analista.
Wimmer dijo que “en ese discurso Obama renueva conceptos como el Destino Manifiesto, que es la visión según la que Estados Unidos es elegido por Dios para hacer el “bien” en el mundo. También renovó la Doctrina Monroe con respecto a nuestra región”.
En este sentido, para el internacionalista es “excelente la repuesta de la mayoría de los pueblos presentes en la Cumbre de Bolivia, donde se busca todo lo contrario: un mundo multipolar, un mundo justo, con una economía justa que implica la búsqueda de una sistema diferente, con énfasis en el ser humano”.
Wimmer hizo referencia a las palabras del presidente uruguayo José Pepe Mujica, quien resaltó la moral como esencia en una nueva cultura para gobernar los pueblos. “Tenemos que basarnos en una moral nueva”.
El G-77 agrupa dos tercios de la población del mundo (133 países) que fue creado hace 50 años como un núcleo dentro de las Naciones Unidas. “La presencia activa de países en Bolivia, arrojó una declaración con 242 puntos, y 9 puntos especiales de trabajo que va a significar un importante peso en la ONU”, afirmó el politólogo.
“Venezuela juega un papel importante. Recordemos que tuvo dos veces la presidencia del G-77, la última en el 2002. Especialmente los países latinoamericanos dinamizan el cambio en la correlación de fuerzas y en consecuencia el cambio en las políticas”.
Para Wimmer lo importante es que hay una nueva dinámica que contrarresta la visión unipolar de Estados Unidos. “Hay una correlación de fuerzas que va presionar en la búsqueda de una nueva estructura económica que va a enfrentar a la pobreza”, dijo.
“Uno de los temas de la cumbre es que se habla mucho de pobreza extrema y no de riqueza extrema, que es la causante de la pobreza”, agregó Wimmer.
Precisó que “renace la idea del comandante Hugo Chávez de buscar un mundo multipolar y lograr la unión de los pueblos que presionen un cambio de gobierno, un cambio de moral en los dirigentes, para lograr los avances políticos y sociales necesarios en el mundo de hoy”.
Los 133 países miembros del Grupo de los 77 más China (Grupo 77+China) ratificaron, en la declaración de las conclusiones de la cumbre, que la erradicación de la pobreza debe seguir siendo el objetivo que rija el plan de desarrollo económico para 2015.
Texto/AVN
Foto/Archivo
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