Así lo afirmó la diputada María León, quien señaló que a las integrantes de la batería de mujeres “hay que reconocerles sus dotes militares, su genio y valentía”
Después de un recorrido por Monagas, Anzoátegui y Miran- da, hoy ingresarán al Panteón Nacional los restos de Juana Ramírez “La Avanzadora”, heroína que a la cabeza de 100 mujeres se batió en batalla contra las tropas realistas, y las derrotaron.
La diputada María León sostuvo que “el solo nombre de Juana debe producir en propios y extraños la reverencia, la decisión, la invitación al ejemplo, la dignidad, étnica, de clase, de patria”. “El nombre de Juana Ramírez “La Avanzadora”, encierra ese mensaje y también la valentía, la dignidad, el patriotismo. Ese nombre debe llegar a tener más fuerza que las balas, los cañones y todo aquello que se necesite para abrirse paso frente al enemigo”, añadió la exguerrillera y dirigente feminista.
León destacó que el comandante Hugo Chávez “hizo muchísimo por el rescate de la memoria histórica de las mujeres, aunque no se ha hecho lo suficiente, pues el aporte, el legado y lo que le debemos a Juana Ramírez ‘La Avanzadora’ nos demuestra que existe una deuda inmensa con las integrantes de la batería de las mujeres”.
LA QUE ENTROMPA AL ENEMIGO
La batería de las mujeres, subrayó, le hizo frente a parte de las tropas más duras con que contaban los realistas: “Enfrentó a Antonio Zuazola, de La Hoz, Monteverde y Morales. Juana comandaba la batería y combatía con mucha pasión, tomando las armas de los caídos y relevando a los combatientes muertos”.
“El nombre es muy importante y el de Juana Ramírez ‘La Avanzadora’ evoca no solo la actitud bravía, corajuda, propia de quien se revela ante la esclavitud, sino también sus capacidades: ella no es solo la que avanza, la que entrompa al enemigo; de igual modo ella es la que convoca, agrupa, organiza y moviliza a las mujeres a la batalla que se realizó en la sabana del Alto de los Godos, en el oeste de Maturín para golpear fuerte y vencer”, dijo la diputada.
León sostiene que si bien “su nombre debe ser un llamado a verla como la que cumple la tarea de lancear al enemigo y liquidarlo”, también hay que recodar que “cuando todos descansan, después del combate, cura a los heridos y entierra los muertos en las batallas que se libraron en la ciudad heroica en 1813 y 1814”.
La exministra de la Mujer confesó que el rescate de la memoria de esta combatiente despierta “el deseo de haber vivido a su lado y haber compartido esa historia hermosa” y exalta su nombre:
“Pronunciarlo es como una cita obligada no solo para el movimiento de mujeres sino para las mujeres y los hombres de la patria, pues cuando ella batallaba peleaba en un ejército de hombres y mujeres frente a un ejército de hombres”.
REIVINDICAR A LAS GUERRERAS
María León sostiene que la sociedad venezolana puede ganar mucho al llevar a Juana Ramírez La Avanzadora al Panteón Nacional.
Por eso considera que hay que trabajar para que la gente tome conciencia del valor de este acontecimiento. “Hay que lograr que sea un hecho trascendente que conmueva a Venezuela y despierte en las mujeres esa pasión de Juana por ser la primera, que las convierta en las que ‘entrompan’ al enemigo, a la derecha, al imperilalismo, al punto de lograr que cada revolucionaria venezolana diga: yo soy Juana Ramírez ‘La Avanzadora”.
Sostuvo que al leer trabajos sobre la vida de la heroína se asombró de ver la lista de todos los oficiales que participaron en la batalla: “Se cita con grados, nombres y apellidos a todos los generales, coroneles, capitanes, tenientes y soldados y de la batería solo dice ‘mujeres’, a pesar de haber asumido ellas las tareas de disparar, esgrimir la espada, cargar y disparar piezas de artillería, más que muchos de los que estaban presentes como soldados”.
“Creemos que hay que reconocerles sus dotes militares, su genio y valentía a todas las que participaron con ella en la batería de las mujeres. No solo porque liberaron a Maturín, contribuyeron a la emancipación y defendieron la patria, sino porque son ejemplo para las nuevas generaciones”, exhortó.
“Igualmente, para que cuando nombremos a Juana venga a nuestra mente cómo los patriotas de entonces rompieron 300 años de colonialismo y entendamos que estamos en la misma situación y nos inspire a romper lo que estamos viviendo, tras 200 años de neocolonialismo”, añadió.
Juana Ramírez “La Avanzadora”, advirtió León, “es una reivindicación no solo para las mujeres y los hombres, para la afrodescendencia, los humildes que son usados en
las guerras y en las batallas y después olvidados como el soldado o la soldada desconocidos: es una reivindicación étnica, clasista, feminista, patriótica, de amor por su suelo y por lo suyo al mismo tiempo”.
María León sostiene que la sociedad venezolana puede ganar mucho al llevar a Juana Ramírez La Avanzadora al Panteón Nacional.
Por eso considera que hay que trabajar para que la gente tome conciencia del valor de este acontecimiento. “Hay que lograr que sea un hecho trascendente que conmueva a Venezuela y despierte en las mujeres esa pasión de Juana por ser la primera, que las convierta en las que ‘entrompan’ al enemigo, a la derecha, al imperilalismo, al punto de lograr que cada revolucionaria venezolana diga: yo soy Juana Ramírez ‘La Avanzadora”.
Sostuvo que al leer trabajos sobre la vida de la heroína se asombró de ver la lista de todos los oficiales que participaron en la batalla: “Se cita con grados, nombres y apellidos a todos los generales, coroneles, capitanes, tenientes y soldados y de la batería solo dice ‘mujeres’, a pesar de haber asumido ellas las tareas de disparar, esgrimir la espada, cargar y disparar piezas de artillería, más que muchos de los que estaban presentes como soldados”.
“Creemos que hay que reconocerles sus dotes militares, su genio y valentía a todas las que participaron con ella en la batería de las mujeres. No solo porque liberaron a Maturín, contribuyeron a la emancipación y defendieron la patria, sino porque son ejemplo para las nuevas generaciones”, exhortó.
“Igualmente, para que cuando nombremos a Juana venga a nuestra mente cómo los patriotas de entonces rompieron 300 años de colonialismo y entendamos que estamos en la misma situación y nos inspire a romper lo que estamos viviendo, tras 200 años de neocolonialismo”, añadió.
Juana Ramírez “La Avanzadora”, advirtió León, “es una reivindicación no solo para las mujeres y los hombres, para la afrodescendencia, los humildes que son usados en
las guerras y en las batallas y después olvidados como el soldado o la soldada desconocidos: es una reivindicación étnica, clasista, feminista, patriótica, de amor por su suelo y por lo suyo al mismo tiempo”.
QUIÉN ERA JUANA RAMÍREZ
La diputada reflexionó en torno a que hay momentos que son como un llamado a dar lo máximo de lo que cada ser humano está dispuesto a aportar.
“La propia situación hace posible que se desaten y se multipliquen los sentimientos, las capacidades, el valor. Son los momentos en que los pueblos luchan por su libertad, por la justicia, por la emancipación”.
“En esa oportunidad surgen las heroínas y los héroes. Asi fue el tiempo de Juana. Había la oportunidad de cesar la esclavitud, de devolverle a los pueblos indígenas la tierra de la que habían sido despojados, de hacer de esta nación una nación soberana, libre y dueña de las riquezas que la naturaleza le dotó”. comentó.
“Juana hija de ese tiempo, oye el llamado, responde y teniendo sangre negra e indígena, esa “mezcla de pequeño género humano de la que habla el Libertador, insurge con fuerza asombrosa”, destacó.
León hizo referencia a los estudios hechos por Carmen Clemente Travieso, Pedro Elías Marcano y Juan José Ramírez, quienes afirmaron que Juana Ramírez nació en 1790, en Chaguaramal: “Su madre, llamada Guadalupe, fue traída de África, comprada por la familia del general Andrés Rojas y después la esclava Guadalupe tuvo su hija y ambas trabajaban en las tierras de la familia Rojas”.
Señaló que “de Juana hay descripciones porque sobrevivió a la guerra y permaneció viva hasta 1866, Hablaba, contaba su historia, era conocida”.
Pasó a citar a Carmen Clemente Travieso: “…poseída de un patriotismo inigualable, de amable carácter en sus momentos apacibles, de prestancia de ánimo indiscutible ante el peligro, infatigable en los preparativos de la defensa, vigilante cuando las circunstancias difíciles lo demandaban y fogosa en el combate… capaz de cegar con las balas de sus cañones al enemigo”.
“Los autores afirman que fue criada bajo la tutela de doña Teresa Ramírez de Balderrama, quien la protegió y le dio su apellido, y que la joven hija de esclavizada participó en varias batallas originadas en los intentos de los realistas por tomar Maturín”.
En esas batallas “enfrentó a Antonio Zuazola, de La Hoz, Monteverde y Morales. Juana comandaba la batería y combatía con mucha pasión, tomando las armas de los caídos y relevando a los combatientes muertos”, detalló.
Comentó que Juan José Ramírez, cronista de Maturín, dice sobre estas batallas: “Fueron cinco de gloria y una última de duelo, en la que Maturín desaparece entre las cenizas: el 18 de marzo de 1813; 11 de abril de 1813; 25 de mayo de 1813; 8 de septiembre de 1814 y 11 de diciembre de 1814”.
En la tercera batalla, que tuvo lugar el 25 de mayo de 1813, en el Alto de los Godos, “fue donde Juana tuvo una significativa participación y apunta que en este enfrenta miento pelearon José Francisco Azcúe y Manuel Piar”, acotó, y citó de nuevo al cronista Ramírez: “Fue en esta acción donde Juana comienza a acompañar un cañón de mediano tamaño, pieza de artillería llamada culebrina, a la cual ella le enfriaba la boca con trapos, pertrechaba la pieza con municiones y disparaba”.
Ante la orden del comandante Felipe Carrasquel, Juana avanzó con su batería de mujeres, liándose en “peleas cuerpo a cuerpo con el enemigo, cortándoles la cabeza de un certero machetazo o ensartándoles con una lanza” ante lo cual huye Monteverde”.
Con este triunfo los patriotas obtuvieron armas, municiones, 6 mil pesos de plata, tres cañones, entre otros bienes.
Sobre la última batalla, dijo León que esta se efectuó el 11 de diciembre de 1814. “Maturín cayó bajo el poder del español Morales, quien arrasó totalmente la ciudad, matando a casi todos sus habitantes. Esta derrota de los patriotas selló de manos del realista Morales la caída de la Segunda República”.
Juana Ramírez se quedó a vivir en Chaguaramal, Monagas. Tuvo cuatro hijas: Clara, Juana, Juana Josefa y Victoria. Se dedicó a trabajar la agricultura. Murió en 1856, a los 66 años. Fue sepultada en el cementerio de San Vicente, al norte del estado Monagas.
HOMENAJES
Con el pasar del tiempo se ha mantenido la ubicación exacta del sitio donde se halla enterrada Juana Ramírez “La Avanzadora”: el cementerio de San Vicente. Allí fue construido un monumento en 1975.
En su honor se erigió el monumento Juana “La Avanzadora”, en la avenida Bolívar de Maturín en 1952, obra de Renzo Bianchini, italiano. En el despacho Ejecutivo del Palacio de Gobierno del estado se encuentra un retrato de Ramírez, obra del pintor argentino de origen alemán Sigfrid Wolterbeck. En los años 60 la periodista Carmen Clemente Travieso elaboró un esbozo biográfico de Juana junto con los de 15 heroínas más y mandó a hacer la iconografía de todas ellas para editar un folleto.
En 1990, Juan José Ramírez, cronista de Maturín, hizo una biografía editada por Lagoven, filial de Pdvsa, División Oriente. En 1994, el lugar donde reposan sus restos fue declarado Santuario Patriótico Regional.
El presidente Nicolás Maduro anunció que sus restos serían llevados al Panteón Nacional el 6 de octubre de 2015.
Con el pasar del tiempo se ha mantenido la ubicación exacta del sitio donde se halla enterrada Juana Ramírez “La Avanzadora”: el cementerio de San Vicente. Allí fue construido un monumento en 1975.
En su honor se erigió el monumento Juana “La Avanzadora”, en la avenida Bolívar de Maturín en 1952, obra de Renzo Bianchini, italiano. En el despacho Ejecutivo del Palacio de Gobierno del estado se encuentra un retrato de Ramírez, obra del pintor argentino de origen alemán Sigfrid Wolterbeck. En los años 60 la periodista Carmen Clemente Travieso elaboró un esbozo biográfico de Juana junto con los de 15 heroínas más y mandó a hacer la iconografía de todas ellas para editar un folleto.
En 1990, Juan José Ramírez, cronista de Maturín, hizo una biografía editada por Lagoven, filial de Pdvsa, División Oriente. En 1994, el lugar donde reposan sus restos fue declarado Santuario Patriótico Regional.
El presidente Nicolás Maduro anunció que sus restos serían llevados al Panteón Nacional el 6 de octubre de 2015.
T/ Mercedes Aguilar
F/ Archivo CO
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