El presidente Evo Morales celebró el martes la llegada del Año Nuevo 5519 de la cultura aymara y junto a miles de personas nacionales y extranjeras participó en la madrugada en un ritual indígena que incluye alzar las manos para recibir los primeros rayos del sol. Morales encabezó el acto en las ruinas de Tiwanaku, a 70 kilómetros al oeste de La Paz, donde junto con chamanes aymaras realizaron ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra) y al Tata Inti (Dios Sol) para después recibir los primeros rayos solares que consideran que ingresan cargados de energía por la “Puerta del Sol”, construcción de piedra que se levanta en la cima de la Piramide de Akapana.
Los tiwanacotas, es un pueblo anterior a los incas.
Morales señaló a los periodistas que pidió “paz, unidad”, para Bolivia en este año nuevo andino.
Al fue invitado el presidente electo de Perú, Ollanta Humala que llegó de visita a tempranas horas del martes a La Paz, pero no asistió, y permaneció en un hotel de La Paz.
En sus declaraciones, el presidente Morales dijo que busca “trabajar juntos (con Humala) por Bolivia, Perú y Latinoamérica”.
La ceremonia, a la que Humala podría asistir muy temprano en las ruinas de Tiawanacu, centro de la cultura más longeva de los Andes sudamericanos a 72 km de La Paz, celebrará en el comienzo de la visita de menos de un día que el líder peruano emprende por Bolivia, en el marco de la segunda etapa de su gira internacional que le llevará a Colombia, Venezuela, Ecuador y Estados Unidos.
El líder peruano llegaba a La Paz a las 2h00 de este martes.
Los originarios de los Andes sudamericanos conmemoran hace siglos con rituales el solsticio de invierno, momento en que el astro cobra más distancia de la Tierra.
Es el momento en que el Sol se levanta por detrás de las montañas e ilumina la Puerta del Sol, símbolo de la civilización tiawanacota.
De acuerdo con el indígena Germán Choquehuanca, el rito celebrará el año 160.519, medido en base de un sistema vigesimal. Los últimos 519 marcan la muerte del inca Atahuallpa, tras la toma incruenta de Tumbes y la rendición insospechada de las fuerzas del incanato a manos de los colonizadores españoles de Francisco Pizarro.
Los 160.000 restantes derivan de “cinco soles” de 32.000 años cada uno.
Tiwanaku es el centro ceremonial y cuna de la civilización precolombina más nacida diez siglos antes de Cristo y perecida poco antes de la llegada de los incas a estas tierras dominadas por el Lago Minchín, o Ballivián, ahora el celebérrimo Titicaca.
Se trata de un momento de suprema ritualidad, que los ancestros de los indios andinos celebran hace más de cinco milenios y que corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a su mayor distancia angular al otro extremo del plano ecuatorial.
El Solsticio, fuente de energía y renovación espiritual, se registra como fenómeno natural entre el 20 de junio y el 23 de junio en el hemisferio sur.
Se trata del día más corto o la noche más larga del año, en los umbrales del cambio de estación del Otoño a Invierno y, para los agricultores andinos, el advenimiento del tiempo de preparación y tributo a la Pachamama (Madre Tierra, en aymara).
Tiwanacu, una ciudad de 15.000 habitantes, vive del turismo que recae sobre las ruinas de lo que fue, en el siglo VII después de Cristo, el centro ceremonial de la urbe más poblada del planeta.
Se estima que en el apogeo del estadio Urbano Maduro, Tiwanacu, una civilización que llegó a desarrollar tecnología agrícola de punta, tenía una población de 100.000 habitantes, antes de desaparecer, explicablemente, entre los siglos IX y X de este mismo tiempo.
En momentos en que los tiwanakotas tenían capacidad para cultiuvar papas de 2 kg y para deshidratar tubérculos y tornarlos imperecederos,en base de una tecnología sobreviviente llamada Sucakollo, una sequía secular, traída por un meteorito del tipo de El Niño, con su consabida carga de masas de agua caliente intramarinas y disturbios atmosféricos, se desató en esta parte del planeta, entre el Pacífico sur y el macizo andino custodio del continente.
El fenómeno telúrico desbarató la civilización, alrededor de cuyas ruinas se activa la celebración.
El Wilka Kuti será bienvenido en otras 11ceremonias en diversos puntos del Ande boliviano.
Los puntos son Letanías y Konko Wankani en la provincia Ingavi, próximos a los municipios de Viacha y Jesús de Machaca, respectivamente, además de la Universidad Pública de El Alto.
Asimismo en la Cumbre, en la entrada a los Yungas; en Callapa y en el Valle de las Ánimas, próximos al municipio de La Paz.
Igualmente, los primeros rayos del sol del 21 de junio serán recibidos en Ch’alla Pampa-Isla del Sol, en la provincia Manco Kapac; en Ayo Ayo, en la provincia Aroma; en Pachjiri, en la provincia Omasuyos y en Wilaqala, provincia Camacho.
Paralelamente se efectuarán ceremonias en la localidad de Copacabana, provincia Manco Kapac y el sector de La Cumbre, en el ingreso de los Yungas a La Paz.
También se mencionó en el Machaq Mara, el templete subterráneo de Miraflores. Así también en Pampa Aullagas, en el departamento de Oruro, el Fuerte de Samaipata, en Santa Cruz, con el “Yasitata Euasu” (Lucero del alba) y el cerro de Inkarakay en Cochabamba, donde se hallan emplazadas unas ruinas arqueológicas preincaicas.
Evo Morales, primer indígena que gobierna Bolivia, hace un año declaró feriado nacional la fecha como parte de la recuperación de valores culturales de los indígenas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La critica es Revolución!!!
los aportes construyen patria!!!