El periódico El País ingresa anualmente 5 millones de euros con anuncios de servicios sexuales

La decision de la Presidenta de Argentina Cristina Fernández de prohibir en este país la publicación de anuncios de servicios sexuales pudiera afectar seriamente los ingresos de la prensa comercial si se iba a repetir en otros países, en América Latina como en otra parte. Según una información publicada en la revista Capital en abril del 2007, el periódico El País ingresa 13.000 euros al día por este concepto – lo que hace la nada despreciable cantidad de cinco millones de euros al año.

El sitio web revistaeducativa.es reveló hace algunos meses que el negocio de los anuncios de “contactos” en las secciones de clasificados de los diarios españoles suponen un 60% de los anuncios de dicha sección.

Esta cifra viene a corresponderse con -aproximadamente- el 20% de los ingresos por publicidad.

“El 20% de los ingresos por publicidad en los diarios españoles se corresponde a la inserción de anuncios de prostitución en las secciones de clasificados”, concluya el analisis.

En España, el año pasado, el Congreso de los Diputados solicitó a los medios de comunicación que rechazaran los anuncios de contactos -es decir prostitución-, como medida para solucionar y reducir ese negocio.

CRISTINA DENUNCIA LA DOBLE MORAL DE LOS EDITORES

“No se puede en las primeras páginas de los periódicos exigir al Gobierno que luche contra la trata de personas y luego, en las páginas comerciales, poner los avisos donde se vehiculiza la más formidable y vergonzante humillación a la condición femenina”, sostuvo la presidenta argentina, Cristina Fernández, al anunciar ayer la firma de un decreto que prohíbe a los medios hacer publicidad de oferta sexual, una medida que busca combatir las redes de trata de personas.

El decreto, dijo Fernández en un acto, es “un gigantesco paso en la lucha contra la trata de personas” “contra la discriminación”, pues la oferta sexual publicitada, fundamentalmente en los periódicos, “es un vehículo en la comisión del delito de trata de personas y una profunda discriminación hacia la condición de la mujer como tal”.

En Estados Unidos, país que publica una supuesta lista de países vinculados al “trafico de personas”, donde siempre aparecen naciones que rechazan el dominio de este país, el negocio de los anuncios de servicios sexuales alcanza grandes proporciones tanto en la prensa diaria como en los periódicos de distribución gratuita.