El pavo real (Pavo cristatus), oriundo de la India, es una especie de ave galliforme, que desde tiempos antiguos se destacó entre los animales admirados por el ser humano a causa del extraordinario abanico policromado que constituye la cola de los machos. Su majestuosidad, unida al atractivo visual que ofrece la especie, llamó la atención del hombre desde épocas antiguas, incorporándolo a la cultura popular y a la religión de diferentes períodos históricos, y permitió su domesticación ya en los tiempos del rey Salomón en Judea.
El ritual de apareamiento es tan peculiar como hermosa es la cola del macho que despliega sus alas ante las hembras, moviéndolas incesantemente hasta que alguna de ellas cede a los encantos del colorido de un macho en concreto.
Pero los machos no sólo exhiben la cola como parte del ritual de apareamiento, sino que también la utilizan para amedrentar a sus rivales, e incluso cuando se sienten amenazados.
Los sonidos que produce el animal no son tan atractivos como su imagen, consisten en graznidos que pueden relacionarse con el maullido de un gato, y en ocasiones emite chillidos que parecen los de un niño pidiendo socorro.
El espectacular despliegue de la cola pavo real macho es bastante frecuente en jardines y parques zoológicos de todo el mundo, donde ha sido ampliamente introducido como ave ornamental.
Sinuosos como culebras, huidizos como gatos y cautelosos como búfalos viejos cuando vigilan los movimientos de sus enemigos, un pavo real con la cola desplegada puede considerarse como el símbolo de la vanidad masculina.
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