Las cifras y estadísticas siempre son frías, pero muestran claramente el derrotero de la crisis que atraviesan las grandes potencias, en particular las europeas, donde la pobreza infantil se acrecienta al ritmo de los planes de ajuste aplicados por los gobiernos del viejo continente. La confirmación de la actual situación de los niños y la niñas en Europa fue brindada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el informe “Niños pobres en países ricos”, publicado recientemente.
La entidad de la ONU señaló que 30 millones de infantes de 35 países desarrollados viven en la pobreza, de los cuales 13 millones corresponden a la Unión Europea (UE), más Islandia y Noruega.
Al presentar la investigación, Unicef advirtió que la actual situación ha empeorado por la aplicación de las medidas de ajuste bajo el argumento de equilibrar los déficit fiscales de los países afectados por la crisis.
Pero estos planes, que en muchos casos fueron diseñados por la propia UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), exigen severos recortes en los presupuestos de salud y educación, el despido masivo de empleados públicos y la privatización de empresas estatales, entre otras medidas.
En su informe, Unicef aclaró que la pobreza en los menores de edad “no es inevitable, pero requiere de políticas” para proteger a los niños más vulnerables.
Gordon Alexander, funcionario del organismo de la ONU, explicó que los menores de edad sufren la falta de cobertura de sus necesidades básicas, aunque los países que habitan tienen los medios necesarios para satisfacerlas.
Para Unicef, un niño sufre privaciones cuando carece de 14 cuestiones básicas, entre ellas tres comidas al día, un hogar tranquilo para sus labores escolares y libros para estudiar.
Niños pobres a la europea
Unicef reveló que en Europa existen unos 13 millones de menores de edad en pobreza relativa o fuertes privaciones. La situación más grave se produce en Rumania, Bulgaria y Hungría y los mejores niveles de vida entre los menores de edad, se observan en Islandia, Suecia y Noruega.
En el estudio se analiza a los 27 miembros de la UE, más Islandia, Noruega, Suiza, Canadá, Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda.
En el caso francés, la nación gala se encuentra en el primer lugar de la inversión social para combatir la pobreza, pero 10,1% de niños tiene carencias y 8,8% está en pobreza relativa.
Fabienne Quiriau, titular de la Comisión Infancia de la delegación francesa de Unicef, señaló que en Francia al menos 600 mil menores se encuentran mal alojados y 20 mil sin domicilio fijo.
Por su parte, el director ejecutivo de Unicef en Gran Bretaña, David Bull, explicó que los recortes de presupuestos aprobados por la administración del primer ministro David Cameron “tendrán efectos dramáticos para el desarrollo futuro de los niños”.
El funcionario alertó que el número de niños británicos que viven en la pobreza aumentará como consecuencia de las medidas de ajuste. Bull explicó que los resultados de estas política se traducirá en que los infantes pondrán en peligro su salud, educación y posibilidades futuras de empleo.
El gobierno de Cameron había anunciado que Gran Bretaña debe reducir en 2020 los indicadores de pobreza infantil a no más de un 10%, pero Unicef manifestó que esa cifra podría llegar a 24% para ese año.
Grecia es otro de los países europeos donde, en la actualidad, los niños son víctimas de las políticas de ajuste. La Oficina de Estadísticas Griegas (OEG), reveló meses atrás que la falta de trabajo afecta principalmente a los menores de 24 años, por lo cual 50,8% de ese sector carece de empleo.
En abril pasado, el comité griego de Unicef confirmó que en el país aumentó la cantidad de menores de edad afectados por la pobreza y la exclusión social. Según la investigación de esa entidad en colaboración con la Universidad de Atenas, en Grecia hay 439 mil niños y niñas que viven por debajo del umbral de pobreza.
La situación de los más pequeños en Europa no parece que cambiara a corto plazo. Hasta ahora, las recetas para acabar con la enfermedad de la crisis ha sido la misma: ajustes férreo que recaen sobre la población más humilde y sumas cuantiosas de dinero inyectadas a bancos privados para salvar al capital. Mientras tanto, los niños y las niñas crecen en medio de la pobreza europea.
Tomado de AVN
Por: Leandro Albani
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