El diario El Nacional cuestiona que una comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) venga al país a acompañar y conocer la experiencia electoral venezolana para generar conocimiento a favor de los organismos comiciales del bloque. La editorial de El Nacional de este domingo analizó el acuerdo de acompañamiento que la Unasur suscribió el miércoles pasado con el Consejo Nacional Electoral (CNE) para designar una comisión que participe en la elección presidencial del 7 de octubre.
Este convenio marca un hito para ambas instituciones por tratarse de la primera misión de acompañamiento que emprende la Unasur, luego de fundar el 11 de junio de este año el Consejo Electoral de la institución.
La editorial cita las palabras del canciller del Perú, Rafael Roncagliolo, representante de la presidencia por témpore de Unasur, quien al firmar el documento con el CNE, dijo: “La misión presenciará las elecciones con el objetivo de generar conocimientos y experiencias que favorecerán a los organismos electorales que participen en el ejercicio”.
El Nacional reclama que “eso, nada más que eso” es uno de los fundamentos del recién creado Consejo Electoral, basado en el respeto, la solidaridad y la cooperación en los procesos electorales.
¿Acompañamiento u observación?
El editorial del impreso también critica que el convenio firmado se hizo sobre la base del acompañamiento y no de la observación, mecanismo que se activa ante sistemas electorales cuestionados, diferentes al venezolano que es 100% auditable.
El CNE ha dicho que la figura de la observación está “marcada por una fuerte concepción asimétrica de tutelaje asociada a los procesos de descolonización que vivieron países africanos y asiáticos a partir de los años 60“.
En este sentido, el Poder Electoral asumió -al igual que México, Bolivia, Ecuador y Brasil- el acompañamiento electoral, entendido como un proceso que parte de la confianza y no de la sospecha característica de las misiones tradicionales de observación.
Roncagliolo señaló que Latinoamérica ha demostrado a través de la tecnificación de sus procesos electorales y la consolidación de sus democracias que “no necesitamos aplicar estándares extranjeros para validar la calidad de nuestra democracia“.
Aun así, El Nacional definió al acompañamiento como una “regresión” que además destruye los “principios, normas, procedimientos que internacionalmente, y en nuestro continente, han servido para generar confianza en los procesos electorales y sus resultados”.
AVN
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