La Fiscalía Estatal de la ciudad de Miami, sur de Estados Unidos, se ve envuelta en un escándalo electoral de grandes proporciones, luego del arresto de una mujer de esta oficina por falsificar “boletas ausentes” que habrían sido utilizadas en los anteriores procesos eleccionarios como mecanismo de fraude. La Fiscal Katherine Fernández-Rundle se ha visto afectada, ya que uno de sus asesores políticos está involucrado en el escándalo originado en la ciudad de Hialeah, al noroeste del condado Miami-Dade.
Fernández-Rundle decidió distanciarse legalmente de la acusada Deisy Pentón de Cabrera, anunció que las denuncias de fraude están bajo investigación y adelantó que proyecta convocar un gran jurado, a fin de exigir que la legislatura estatal apruebe leyes para evitar este tipo de escándalos.
Medios locales reseñan que el uso de las boletas ausentes en Miami provoca fuertes críticas, pues el sistema, creado para ser empleado por votantes que el día de las elecciones estarían de viaje, enfermos o incapacitados, se convirtió en un eficaz mecanismo de fraude electoral.
A finales de los años 90, unos cambios en la Ley Electoral estatal abrieron el camino al uso indiscriminado de las cédulas ausentes, hasta que en 2004 se eliminaron todas las restricciones aplicadas a su uso.
En ese mismo, solo el 12 por ciento de los electores que participaron en los comicios presidenciales en Miami utilizaron estas papeletas. No obstante, en los sufragios locales de 2011, constituyeron más del 40 por ciento de los votos.
La agencia Prensa Latina destaca que la Fiscal, quien lleva casi dos décadas al frente de esta Oficina, es conocida por sus estrechos vínculos con grupos ultraderechistas de origen cubano residentes en Miami.
Pentón de Cabrera fue liberada luego de pagar una fianza de seis mil dólares. Está acusada formalmente de un cargo grave por falsificar una boleta ajena y dos cargos menores por poseer decenas de boletas ausentes, violando una ordenanza local.
También el jueves, una votante reveló que a pesar de que depositó su boleta ausente en el buzón de su casa, de alguna manera ésta terminó en manos de Cabrera. “Es un delito federal robar el correo”, destacó.
Sosa es una de 31 votantes cuyas boletas ausentes han estado en el centro del escándalo que ha estremecido la política local.
En 1997 un gran escándalo de fraude electoral en esa urbe de Florida provocó la anulación de la elección del alcalde Xavier Suárez, y el arresto y condena del entonces comisionado Humberto Hernández.
Se procesaron entonces a 56 personas, tras una investigación que descubrió más de 300 votos fraudulentos por boleta ausente, incluso el de un muerto.
Fuente: TeleSur
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