El Ejército turco atacó este miércoles distintos blancos dentro de Siria en lo que ha sido el más grave de una serie de incidentes transfronterizos en los últimos meses, luego de que se reportara la muerte de cinco civiles turcos. La información la dio a conocer el primer ministro turco Tayyip Erdogan, quien por medio de un comunicado precisó que el ataque fue en “respuesta” a una bomba de mortero disparados desde territorio sirio.
“Al menos cinco personas, entre ellas un niño, murieron en Turquía como resultado de un disparo de obús lanzado desde Siria alcanzara una casa en la ciudad residencial fronteriza de Akcakale”, precisó el texto para justificarse.
Según el Gobierno de Ankara, sus Fuerzas Armadas “siguieron las reglas internacionales de entrada en combate” que dictan que “no podemos dejar sin respuesta esta ‘provocación’ del Gobierno Sirio”
Tras presentarse el incidente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) convocó a una reunión urgente de sus socios para tratar sobre los proyectiles lanzados desde ambos países.
La decisión turca de bombardear el territorio sirio se dio a conocer después de una reunión entre el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, y el jefe de las Fuerzas Armadas.
Davutoglu, además, telefoneó al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el viceprimer ministro Bülent Arinç ha invocado, sin nombrarlo, el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que obliga a todos los países miembros a responder cuando uno de ellos es agredido.
El artículo 5 del Tratado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte prevé la “defensa” colectiva ante un ataque contra uno de sus miembros.
El año pasado, la intervención bélica de la OTAN en el conflicto Libio en contra del Gobierno de Muammar Al Gadaffi causó más de 50 mil muertes en el país norteafricano, de los cuales, la mayoría eran civiles.
teleSUR
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