RT – ¿Por qué ya no somos los número uno?, se pregunta
el político estadounidense Ron Paul. Según él, que para no ceder a China
el liderazgo económico mundial EE.UU. tendría que abandonar las
prácticas económicas ‘a lo chino’ que tanto critica.
La semana pasada economistas del Banco Mundial
predijeron que, pese a la desaceleración de su crecimiento, China está a
punto de superar a EE.UU. como primera economía mundial. Una tendencía
acentuada por los daños causados a EE.UU. por sus enormes gastos
militares, por su política de bienestar, y por su “corporativismo y
dinero fiduciario”, escribe en su columna el ex congresista republicano y
tres veces candidato a la presidencial, Ron Paul.
EE.UU. suele acusar al “Gobierno autoritario” de China de intervenir
en la economía, cuando en realidad el propio Gobierno estadounidense usa
prácticas de manipulación económica similares. Y la mayor diferencia
entre los dos países que permite a China salir a flote mientras EE.UU.
se sumerge cada vez más en una trampa de deuda, es que China no gasta
tanto “en política exterior hiperintervencionista”, destaca el político.
Si bien es cierto que el Gobierno chino regula su mercado nacional
para favorecer a algunas industrias a menudo controladas por
particulares políticamente poderosos, en EE.UU. pasa casi lo mismo. Es
más, las corporaciones estadounidenses prefieren gastar en el cabildeo
para manipular procesos políticos en vez de invertir en sus negocios. Y
muchas veces lo que buscan es que el Gobierno imponga más regulaciones a
la economía, porque así es más fácil absorber negocios menores sin
hacer caso a ingresos reducidos por esta intervención gubernamental.
China subsidia sus industrias exportadoras, pero EE.UU. también
hace lo propio, en particular a través de su Banco de Exportaciones e
Importaciones (Export-Import Bank). China manipula el valor de su moneda
para hacer sus exportaciones más atractivas, pero no es el país
asiático el que inventó estas prácticas, usadas en varias ocasiones por
el Sistema de Reserva Federal estadounidense para influir tanto en la
economía nacional como mundial.
El problema reside en que estas políticas de la Reserva Federal no
benefician a la población, sino a grandes bancos, a negocios ligados con
el Gobierno y a algunos políticos, escribe el excongresista. “Quien
esté interesado en mejorar la situación económica de los estadounidenses
debe centrarse en cambiar la política monetaria de EE.UU. en vez de la
de China”, afirma.
Tampoco tienen razón los que temen que China compre deuda estadounidense, sigue Ron Paul, ya que si deja de hacerlo la tendrá que comprar la Reserva Federal, emitiendo más dinero fiduciario y aumentando el riesgo de hiperinflación. “Así que lo mejor que el Congreso podría hacer para dificultar a China manipular la economía global es recortar el gasto federal”, concluye el político.
Los gastos militares de EE.UU. en el año fiscal del 2013 fueron de 752.000 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo China gastó cerca de 188.000 millones de dólares en armamento. Incluso en el caso de que China empiece a aumentar sus gastos militares “tiene un largo camino por recorrer” para alcanzar los gastos de EE.UU., advierte el excongresista.
La única manera de que estos gastos militares puedan desarrollar la economía estadounidense es erradicarlos, regresando a una “política de paz y de libre comercio”. “La única manera de evitar el colapso continuo es rechazar por fin la política exterior intervencionista, dejar de rescatar y subsidiar industrias políticamente influyentes y restaurar el mercado monetario libre”, concluye Ron Paul.
Tampoco tienen razón los que temen que China compre deuda estadounidense, sigue Ron Paul, ya que si deja de hacerlo la tendrá que comprar la Reserva Federal, emitiendo más dinero fiduciario y aumentando el riesgo de hiperinflación. “Así que lo mejor que el Congreso podría hacer para dificultar a China manipular la economía global es recortar el gasto federal”, concluye el político.
Los gastos militares de EE.UU. en el año fiscal del 2013 fueron de 752.000 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo China gastó cerca de 188.000 millones de dólares en armamento. Incluso en el caso de que China empiece a aumentar sus gastos militares “tiene un largo camino por recorrer” para alcanzar los gastos de EE.UU., advierte el excongresista.
La única manera de que estos gastos militares puedan desarrollar la economía estadounidense es erradicarlos, regresando a una “política de paz y de libre comercio”. “La única manera de evitar el colapso continuo es rechazar por fin la política exterior intervencionista, dejar de rescatar y subsidiar industrias políticamente influyentes y restaurar el mercado monetario libre”, concluye Ron Paul.
FUENTE http://www.contrainjerencia.com/?p=87056
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