Martín Pacheco aseguró que este caso cambió las relaciones de
Venezuela con Cuba al generar contactos de Gobierno a Gobierno. Entre
ambos países surgió una relación mas directa, mas estrecha y aunque hubo
mucho entendimiento, los resultados dependían en gran parte de los
tribunales
Estados Unidos mantiene una doble moral con respecto al terrorismo y
el narcotráfico con una posición de perseguir, condenar y castigar a
todos los países, pero es al mismo tiempo el mayor consumidor de drogas
del mundo y en su territorio se encuentran las escuelas donde se forman y
amparan a los peores terroristas.
Así se evidenció desde el 6 de octubre de 1976 cuando un avión de
Cubana de Aviación con 73 pasajeros a bordo se precipitó al mar a los
pocos minutos de haber despegado del Aeropuerto de Barbados, como
consecuencia del estallido de una poderosa carga explosiva colocada en
su interior por agentes de la CIA, causando la muerte de todos sus
ocupantes, entre ellos los integrantes de un grupo selecto de jóvenes
estrellas del deporte cubano.
Estas fueron las respuestas del periodista Martín Pacheco, director
de Comunicación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y exreportero de
la fuente tribunalicia para Venezolana de Televisión (VTV), al ser
entrevistado con motivo de cumplirse hoy 40 años de ese hecho.
“Nuestro país ha pedido reiteradamente, según la ley que le consagra
este derecho, la extradición de Posada Carriles, principal autor de ese
crimen atroz y EEUU se ha hecho de la vista gorda”.
-Nunca Estados Unidos ha querido deportarlo, procesarlo o entregarlo a
Venezuela ni ha dado siquiera respuesta de los tribunales, pese a que
es una cuestión eminentemente jurídica, sobre un crimen de terrorismo, a
fin de que sea procesado judicialmente, en los términos que señala la
Ley, expresó.
LOS HECHOS
“Como periodista fue un orgullo llevar al mundo lo ocurrido. Luchamos
por espacio para el tema y aunque era en la IV República, logramos que
el pueblo estuviera informado de todo lo ocurrido: hacíamos entrevistas
en los tribunales con las que difundíamos qué se hacía, a quiénes
citaban, las diligencias en el exterior, etc. etc. y aunque el
tratamiento dependía del periodista, debo decir que Alexis Rosas, él en
otros medios y yo en VTV, hicimos todo para que se supiera la verdad.
Nosotros sabíamos todo lo que había en ese expediente”.
Contó Martín Pacheco que el chofer del taxi que trasladó a los
asesinos en Barbados desde el aeropuerto, después del estallido de la
bomba, dijo que los autores materiales llamaron a Orlando Bosch, quien
se hallaba en EEUU, para participarle que habían cometido el crimen
usando expresiones como “… ya los perros están muertos”, sin saber que
el taxista hablaba español y como testigo aportó lo que dijeron durante
ese traslado.
“Hubo que determinar a qué país le correspondía llevar del caso.
Barbados decía que el hecho había ocurrido en su territorio; Venezuela
que los autores materiales eran venezolanos y Cuba que eran cubanos los
asesinados”.
-Finalmente deciden que la investigación se inicie en Barbados y se
manda a Venezuela y el Gobierno venezolano asume el compromiso de que
serían juzgados con toda la rigurosidad de la Ley. Pero resulta que los
intereses estadounidenses y de la CIA eran muy poderosos con las
presiones y argucias jurídicas para tratar de desvirtuar las
actuaciones.
Agregó que el avión sale de Venezuela pero por cuestiones de
aeronavegabilidad haría una parada en Barbados y allí tomaría unos
pasajeros que iba a La Habana. Antes de llegar a Barbados había hecho
una parada en Trinidad, donde los venezolanos Freddy Lugo y Hernán
Ricardo, fotógrafos de Ultimas Noticias el primero y el segundo del
diario El Mundo, ambos de la entonces Cadena Capriles, abordan el avión y
colocan el explosivo obedeciendo órdenes de la CIA, pues eran
integrantes de un equipo de esa agencia norteamericana que actuaba en
Venezuela dirigido, aquí por Luis Posada Carriles y desde Estados Unidos
por Orlando Bosch.
-Bosch hace el plan, Posada Carriles coloca los explosivos en una
cámara fotográfica y se la entrega a Hernán Ricardo, quien la pone en el
baño del avión de Cubana de Aviación, que estalla cuando éste despega
de Barbados, muriendo todos sus ocupantes, explicó Pacheco.
El periodista detalló que en las investigaciones se determina que los
fotógrafos habían colocado la bomba. “Consta en el expediente, como
falsificaron nombres, documentos de identidad y pasaportes que implican
delitos, instrucciones escritas y mapas de cómo tenían que poner la
bomba, los recorridos que tenían que hacer, dónde colocarla”.
“El caso pasa de la jurisdicción civil a la militar y regresa a la
civil. Ocurren muchas incidencias, hasta hay libros escritos sobre eso.
Se destaca la actuación del general Elio García Barrios, quien era el
presidente de la Corte Marcial. Había mucha presión política pero él se
restea y decide aplicarles 30 años. Al final una argucia jurídica se
impone y en los tribunales civiles son condenados a 20 años”.
Destacó Pacheco que nadie queda contento con esa decisión. Se asume
que la paz de la Nación estuvo en peligro por amenazas de terroristas
internacionales.
-Posada Carriles es detenido, luego se fuga o lo fugan. Por
componendas de la CIA con algunos militares de la época, lo sacan
vestido con ropas militares de la cárcel de San Juan de Los Morros. Se
va a conspirar en Centroamérica y después va a EEUU donde lo detienen
por entrada ilegal al país y lo dejan en libertad a los pocos días.
Así que los principales responsables, los que montan la trama, los
autores intelectuales -Orlando Bosch y Luis Posada Carriles- no fueron
penados, quedaron impunes, subrayó.
POSICIÓN DE VENEZUELA
Martín Pacheco aseguró que este caso cambió las relaciones de
Venezuela con Cuba al generar contactos de Gobierno a Gobierno. Entre
ambos países surgió una relación mas directa, mas estrecha y aunque hubo
mucho entendimiento, los resultados dependían en gran parte de los
tribunales.
-Hoy en día Venezuela mantiene este reclamo y también estamos
combatiendo delitos graves, de terrorismo y violación de derechos
humanos, que no pueden quedar impunes como son los ocurridos después
del golpe de Estado de 2002 contra el presidente Chávez; la colocación
de bombas en los consulados de España y Colombia; los muertos raíz de
las guarimbas y otros. Los responsables de esos crímenes, que deben ser
juzgados como terroristas, están impunemente en Estados Unidos,
demostrando que la situación no ha variado, dijo.
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