La sobrina comunista del Faraón

Esta semana Obama y a renglón seguido Bisbal, como presunto representante de la UE, insisten en que es necesaria una transición ordenada hacia la democracia en Egipto.

Gabirel Ezkurdia |

Esta semana Obama y a renglón seguido Bisbal, como presunto representante de la UE, insisten en que es necesaria una transición ordenada hacia la democracia en Egipto. Asombrado e ignorante me pregunto, ¿pero una transición hacia la democracia? ¡Pero si hasta hace un segundo Túnez, Egipto, Argelia, Marruecos, Yemen...eran democracias homologadas por Occidente!

Pocos o ningún analista del Sistema cuestionaba los estratégicos regímenes “democráticos” del Magreb. Siempre ha habido elecciones. ¿Quizá en vez de “democracias” debieran haberles llamado votocracias?.

La cosa es que la última cita “electoral”, a finales de noviembre pasado en Egipto, las “ganó”, como siempre, Mubarak por goleada, como Ben Alí en Túnez, Buteflija en Argelia o los títeres del Comendador de los creyentes alaui. Nunca hasta ahora había oído que nadie se refiriera a ellos como sátrapas, déspotas o dictadores. De que se vulnerasen los derechos humanos, de la tortura...Eran “nuestros” demócratas, “nuestras” ejemplares “democracias”. Ahora son “nuestros hijos de puta”.

Este donde dije digo, digo Diego general de “nuestros” medios “informativos y generadores de libre opinión” me recuerda los procesos de sustititución yanquis de aquellos sus hijos de puta latinoamericanos o del sudeste asiático por “democracias” de Orden. ¡Qué tiempos aquellos en los que Pinochet, Somoza, Rios Month, Duvalier, Videla, Suharto, Marcos...fueron conminados por el yanqui, como ahora Mubarak, a “ceder el poder” y ser “reemplazados” en impolutas transiciones “a la española” atadas y bien atadas y con punto final, por políticos “democráticos” con label USA.

Así la mayoría de los atentos analistas que nos “informan y crean opinión” debieran deducir un fenómeno que no pasa desapercibido. El hijoputismo es algo común e inherente a muchos países tras décadas de “democracia”. ¿También lo será en España?

Claro que quizá sea que “lademocracia” es eso, hijoputismo del “nuestro” o “nuestro” hijoputismo de rostro humano que monta tanto.

Nadie en el ámbito mediático oficial y oficioso se cuestiona a día de hoy por las décadas de silencio cómplice con regímenes hijoputas como las “democracias” magrebíes. Es normal, el Sistema exige opinadores y periodistas que digan lo que hay que decir, no lo que piensan de verdad. Eso no es nada nuevo. El hijoputa oficial era Gadaffi, el resto prohombres con “visión estrategica” como Hassan II o su hijo Mohamed VI, Mubarak o la mujer de Ben Alí.

Por eso ahora hay que “garantizar” la transición a la “democracia” de estas nuestras “exdemocracias” controlando que las revueltas democráticas, que tanto preocupan a Bisbal, las dirijan “nuestros nuevos demócratas” para que no caigan en “fundamentalismos”. O sea lo de Ucrania, Georgia, Serbia pero con te árabe en vez de vodka. Cambio de hijos de puta, solo que los nuevos no lo serán oficialmente hasta dentro de ¿30 años?

¿La CIA y su entorno enredando? ¡Por Dios! que estupidez...las revueltas magrebíes son como el Libre Mercado...No existe intervención...¡Puro respeto a la soberanía del pueblo!

En efecto, una de las cuestiones que casi nadie explica es el porqué de “la ausencia” visualizable del Islam político en las movilizaciones. Gracias a los medios que “informan” sobre las exdemocracias magrebíes no debiéramos saber que desde Marruecos, los datos “electorales” y sociológicos lo demuestran irrefutablemente, hasta Egipto, pasando por Argelia, el Islam político es abrumadoramente mayoritario. No debiéramos saber que esas exdemocracias son o han sido el tapón para que no explote la olla a presión que en décadas ha generado “tanta democracia”.

Y es que desde que en 1992 en Argelia los islamistas ganasen las elecciones democráticas y luego fueran exterminados física pero “democráticamente” es como para andar con pies de plomo.

Por eso los Hermanos Musulmanes egipcios, los islamistas tunecinos (ir hace quince años a Tozeur, en el interior de Túnez y vivir aquella militarización no era exactamente como para pensar que la “democracia” de Ben Alí no tenía problemas con el islamismo militante) y ni que decir los argelinos o los marroquíes andan con tiento para hacer ver a Occidente que se “democristianizarán” a la turca y no serán un “problema de seguridad”.

Y es por donde parece que van a ir los tiros. El “modelo turco”, que también utiliza la bota de hierro para taponar el descontento político y social,es la referencia que Occidente quiere impulsar para el Magreb. Desde hace décadas era evidente que la olla iba a saltar. Lo está haciendo ordenadamente gracias a que los islamistas han atemperado el odio de un 52% de población menor de 30 años en todo el Magreb, que sin futuro, oprimidos y expoliados por esos “nuestros” hijosputas, ven por sus parabólicas los lujosos saraos berlusconianos de “la sobrina de Mubarak”

Lo cierto es que más por los medios que por las noticias, me ahogaría de asco ante tanta hipocresía si no fuera porque a veces la ignorancia es la madre de todo este cinismo convencional. Recuerdo que el 19 de diciembre de 2008 sufrí un infarto tras leer en El Mundo en la página 38 –internacional-, un “análisis” de una tal Silvia Taúles rememorando “la matanza histórica de hutus por parte de tutsis” en Ruanda en 1994. Los hutus según ella tomaron Kigali tras el genocido de 800.000 hutus por parte tutsi”. Pero esta vez ha sido mejor.

Hace días zapeando en la radio del coche, una “analista” decía en algo así como que estaba sorprendida de la fuerza de los comunistas tunecinos ya que en las manifestaciones “ondeaban miles de banderas rojas”. Estupefacto deduje que quizá “la sobrina de Mubarak” fue detenida en Italia por ser comunista y de ahí las revueltas.¡Equilicuá!